Las gafas están de moda
Resulta curioso echar un vistazo hacia atrás para ver con un poco de perspectiva cómo cambian los conceptos y cómo, con el paso del tiempo, se modifican los significados de determinadas cosas. Hace poco tiempo en un grupo de amigos comentábamos el cambio que se ha producido en este sentido con el color blanco de los coches. Hace 10 ó 12 años era muy extraño ver por las calles vehículos en color blanco, se trataba de un color que estaba reservado prácticamente en exclusiva para los taxis. A nadie se le ocurría buscar en un concesionario un coche en ese color. Y en la actualidad… prácticamente es todo lo contrario. Los coches en color blanco hacen furor y ese color ha pasado de ser prácticamente residual a convertirse en uno de los colores más vendidos del mercado.
Aquí, con este ejemplo, se ve claramente cómo evolucionan los gustos y las modas, de forma espontánea en algunos casos y `forzados´ por la publicidad y el marketing en la mayoría de los casos. Me decían que el color blanco había triunfado
gracias a ser el color de un equipo de fútbol y a que los futbolistas de este club están constantemente en la televisión conduciendo sus coches en este color o por los productos de la marca de la manzana, cuyos primeros teléfonos aparecieron este color.
Con las gafas ha pasado un fenómeno parecido. Hace unos años tener que llevar gafas era un asunto complicado para muchas personas, incómodo, que parecía un estigma y que era rechazado en muchos casos. Esa fue la época del boom de las lentillas como elemento que permitía ocultar y quitar del rostro las `sufridas´ gafas.
El avance en el diseño tanto de lentes como de monturas y pensar en las gafas graduadas o gafas de sol de una forma diferente ha producido un cambio en la opinión general. Las gafas ya no son tratadas con unos elementos que nos ayuda a mejorar nuestra visión sino que poco a poco se han introducido otras variables que les han otorgado un plus a ese concepto de utilidad necesaria.
Entra en juego el diseño, la belleza, la exclusividad de la gafa que es tratado con un elemento único que puede incluso mejorar el aspecto de la imagen corporal. No es raro encontrar personas tan conocidas como la televisiva Ana Morgade del programa “Zapeando” de La Sexta, el futbolista Daniel Alves del F.C. Barcelona o el cantante de One Direction, Niall Horan. Todos ellos han utilizado o utilizan y alardean de llevar gafas sin cristal, y por lo tanto sin necesidad, ya que les otorgan un aspecto mejorado, más juvenil o interesante.
Resulta bastante fácil de entender este comportamiento ya que en la actualidad las gafas se han convertido en auténticas joyas, con diseños cuidadísimos que pueden convertirse en elementos muy atractivos para algunas personas. Diseños actuales, vintage, formales, modernistas, deportivos, con montura al aire, de panel o incluso realizadas en madera… las opciones son casi infinitas. Las marcas también han dado un paso al frente, entendiendo que una gafa puede ser un elemento actual o de moda, con un valor por su estética y diseño.
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